9.11.07

el amor es como comer tarta de ricota con las manos,

sí, no sé por qué pero es así. Y las comías
con las manos porque no tenías boca, claro, estabas muda,
eras silencio.
Y era así, Alina, estabas muda y en silencio.
No te gustaba ensuciarte las manos.

Somos demasiado delicados para el amor.

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