entré,
se respiraba resignación,
decepción, soledad.
me quedé un rato
como quien se queda complaciente
y en realidad por dentro
lo carcomen las ganas de irse.
me fui,
volví a la vida,
me faltaría un respirador artificial,
y unos días,
y tantas cosas.
en mi casa hay mugre,
sobran muertos,
pero todavía se respira la inocencia de la noche,
el dolor de las palabras.
2.12.07
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